Wings For Life World Run, la carrera en el que gana el último corredor que sea alcanzado por un vehículo que marcha a una velocidad promedio, llega a Guadalajara, México, con dos encuentros satélites de runners en Bogotá y Medellín.
Un Mitsubitshi Outlander es el carro que ingresa a la vía cuando la carrera lleve 30 minutos de competencia y con una velocidad constante va eliminando a quienes se dejen alcanzar. El último en ser superado por el vehículo se queda con el premio al mejor atleta que en 30 ciudades de forma simultánea derrote a más de 100 mil participantes.
El 7 de mayo es la cita que, además de lo deportivo, apoya las investigaciones para la cura de la médula espinal, causa a que se dedica Wings For Life que tiene base en Austria y ahora tendrá a Bogotá y Medellín como ciudades aliadas con grupos de atletas que se quisieron sumar al reto.
A partir de las 6:00 de la mañana, en el Parque el Virrey de Bogotá y en el Parque Lleras de Medellín, los runners que se quieran unir al reto pueden participar. En la capital colombiana la coordinación estará a cargo del triatleta Camilo Rodríguez y en Medellín del motociclista Tatán Mejía.
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Además, la representación colombiana en México es con el triatleta bogotano Felipe Rodríguez, quien el año pasado llevó la bandera tricolor a la carrera de Lima, en Perú, y esta vez de nuevo fue elegido por Red Bull Colombia para competir delante del Mitsubitshi Outlander.
Más allá de la competencia, de quién gana, de cuál ciudad reúne más y mejores atletas, el principal objetivo de Wings for Life World Run sigue siendo el aporte a las personas que en el mundo sufren de lesiones en la médula espinal.
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Siendo una organización sin fines de lucro, Wings for Life depende del apoyo y las donaciones para ayudar a financiar esta investigación. Así surge la idea de hacer una carrera mundial para colectar donaciones y poder ayudar a quienes sufren de este mal.