Son seguros de sí mismos: se sienten cómodos con su personalidad y su cuerpo.
Nunca están pendientes de impresionar o mostrar una persona que no son.
Conocen todo lo que tienen para ofrecerle a una mujer y jamás se desesperan por complacer a nadie.
No están para juegos porque ya saben lo que realmente quieren.
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Tienen experiencia: conocen con exactitud qué funciona y qué no y siempre utilizan su pericia para darle a una mujer lo mejor que tienen.
¡Esas canas derriten a más de una!
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