El secreto de los ‘ilusionistas’ es jamás revelar sus trucos, pero en este caso el famoso David Copperfield se vio envuelto en una demanda judicial que lo obligó a contar cómo se llevó a cabo un acto que realizó hace tres años en el que participaron 13 personas.
Una de ellas fue el chef inglés Gavin Cox, quien pide una indemnización por un accidente que sufrió causándole una lesión en un hombro y un problema cerebral. Para defenderse, Copperfield reveló su truco para demostrar que no hay manera de ocasionarles daños a los participantes.
El ilusionista juntó a 13 personas, incluido Cox, en una estructura metálica con sillas que supuestamente luego quedaron suspendidas en el aire. Al cubrirlos con una cortina debían desaparecer por arte de magia, pero en realidad todos salieron corriendo por una especie de túnel que los conducía a otro lugar del escenario.
Gavin Cox asegura que en ese momento del “escape” todo estaba oscuro y no podía ver por dónde caminaba, por lo cual tropezó con algo y cayó al piso dislocándose el hombro. Su versión apunta que debió ser intervenido varias veces, lo que le provocó daños cerebrales.
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"Fue como si una alarma de incendio se hubiera encendido. Ellos (el equipo de Copperfield) gritaban '¡rápido!, corre, corre, corre'. No sabías donde debías ir. Era oscuro. Había manos empujándome. Entonces, cuando di vuelta en una esquina, mi pie tropezó y caí contra el suelo", cita el Daily Mail.
La demanda lleva tres años en tribunales y ambas partes tendrán que esperar hasta enero de 2017 para saber en qué termina este pleito judicial.
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