Foto - Tomada de Cimahub
Mejora tu rendimiento: Investigadores de la Universidad Drexel determinaron que gritar y gruñir mientras se hace ejercicio incrementa la adrenalina, dándole un impulso de poder a tus músculos.
Aumenta tu resistencia al dolor: Investigadores de la Universidad de Singapur determinaron que gritar ayuda a disminuir la incomodidad y el dolor, sospechan que los gritos evitan las señales de dolor lleguen al cerebro por lo que las respuestas vocales pueden usarse como mecanismo de defensa.
Consolida tu confianza y tu concentración: Tenistas como Serena Williams y Rafael Nadal gritan al golpear la pelota. Una psicóloga deportiva de Roehmton asegura que esto les ayuda con el ritmo, les da confianza y les hace sentir en control de su juego.
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Así que si sientes ganas de gritar y maldecir en tu próximo entrenamiento hazlo sin miedo y sin pena porque ya conoces los beneficios que tiene.
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