El coste total del menú fue de 151 dólares (133 euros), cifra que Carrey incrementó con una propina de 225 dólares (198 euros) para la persona que les atendió, según informa Page Six.
"Todo el mundo parecía estar de muy buen humor", contó una fuente al periódico.
Pero Carrey no es al único al que le gusta dejar propinas generosas cuando sale a comer, el pasado verano Kim Kardashian dejó una propina de 300 dólares (264 euros) en un restaurante de Nueva Orleans cuya comida le había costado 200 dólares (176 euros). Amy Schumer, por su parte, dejó en junio del año pasado 500 dólares (440 euros) al estudiante que le atendió en Peter's Clam Bar después de una comida de 49 dólares (43 euros).