"En una ocasión dejé de beber durante seis semanas y tengo que reconocer que nunca he tenido mejor aspecto ni he dormido tan bien. Pero es muy difícil ser constante. Lo que sí es cierto es que tengo mucha más energía y me siento más segura de mí misma desde que empecé a hacer ejercicio de forma regular", confesó la intérprete a The New Potato.
Para Diane resultó un verdadero desafío renunciar al alcohol porque es una gran aficionada al vino rosado, uno de los cuatro productos que nunca faltan en su nevera.
"Siempre tengo agua, rosado, mantequilla y queso".
La belleza de la actriz y su inconfundible estilo la han convertido en una de las mujeres más admiradas en la industria del cine. Sin embargo, Diane también tiene sus propios iconos en materia de moda que la fascinan por su habilidad para lucir prendas que ella jamás se atrevería a ponerse.
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"Me gustan muchos tipos de mujeres y de estilos, pero intento tener siempre el mío propio. Me encanta Gwen Stefani, por ejemplo, aunque yo nunca podría ponerme la ropa que lleva ella".
Por: Bang Showbiz
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