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Aída Rocío, una guerrera que inspira a otras mujeres en sus tratamientos contra el cáncer

Fue diagnosticada con cáncer de mama, y ahora lleva a todas las mujeres un mensaje sobre la importancia de la prevención y el autocuidado. Al igual que ella, más de 5.700 personas están vinculadas a la ruta de atención especial de cáncer de seno de Compensar Salud.

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Aída Rocío Alméciga es una mujer de 42 años que, en medio de la incertidumbre de la pandemia, obtuvo un diagnóstico de cáncer de mama. Acudía regularmente a controles médicos, pero un día, después de realizarse nuevos exámenes, recibió una noticia que no deseaba escuchar.

“Tuve cita con el de control y él me dice, ‘veo unas masitas que no me gustan’. De inmediato hizo biopsia y a los 10 días me citó. Entramos dos personas, dos pacientes, y nos dijo que teníamos cáncer, cuenta Aída Rocío.

Tuvo miedo y momentos de angustia, pero también era consciente de que no podía dejarse derrumbar, y que debía actuar de inmediato. Los médicos, debido a la agresividad del cáncer, optaron por realizar una cirugía y una mastectomía total, seguidas de varias sesiones de quimioterapia.

“Se vieron 10 sesiones de quimioterapia. Fue algo demasiado fuerte, pues ya no se puede hacer nada. El proceso de cirugía fue dado en cinco días, autorizó Compensar, y de una, a cinco días, intervención”, recuerda.

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Sabía que definitivamente era una de las etapas más fuertes que tendría que afrontar en la vida, pero su valentía y fortaleza la impulsaron a seguir luchando, inspirada también por el ejemplo de otras personas que enfrentaban el cáncer día a día.

“Algo que me llevó más a salir adelante fue ver los niños con cáncer. Tuve la oportunidad de ver pacientes al lado mío pequeños y dije, ‘si ellos no se rinden, por qué me voy a rendir yo'”, decía. Fue entonces cuando más impulso tuvo para seguir adelante con su tratamiento y convertirse en ejemplo de resiliencia para otros pacientes.

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A lo largo de su proceso, Aída no quiso reconstruirse el seno, convencida de que su decisión inspiraría a otras mujeres.

“Yo soy de los pacientes que no decidí reconstruirme, no por mi apariencia física, sino porque creo que eso es una marca que me lleva a ayudar a las demás. El mastólogo, o el que me ve, me dice ‘sumercé es curiosa', porque pues todo el mundo toma la decisión de hacerse la reconstrucción, y yo no”, cuenta Aída.

Además, recuerda que el apoyo de su familia fue fundamental en su proceso: la caída del cabello es la parte que más marca. Mi hermano hizo algo muy bonito, cuando yo me pasé la máquina, él también se la pasó”.

Hoy en día, Aída se ha convertido en ejemplo para otras mujeres, por eso siempre envía mensajes fomentando la importancia del autocuidado y la prevención.

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“En primer lugar, realizarse el autoexamen. Así uno no sepa cómo es, siempre hay videos por internet, siempre hay la publicidad que te dice ‘hazte el autoexamen’, y pues ir a citas; el control diario o el control mensual te ayuda a prevenir que no tengas o no padezcas esta enfermedad”, dice.

Así como Aída, alrededor de 5.700 mujeres están vinculadas a la ruta de atención especial de cáncer de seno de Compensar Salud, en la que reciben acompañamiento de un equipo multidisciplinario de profesionales.

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“Tengo la atención preferencial porque en cuestión de citas, exámenes, laboratorios, hubo la oportunidad que, por pandemia, iban a mi casa y me los tomaban. Tengo actividades con cursos virtuales que da Compensar y clases de yoga y baile.”, concluye.

Después de varios años de empezar este proceso, Aída Rocío vislumbra su futuro con esperanza, disfruta cada día al lado de su familia, y brinda apoyo a otras mujeres para que enfrenten el cáncer con fuerza y valentía.

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