El joven cantante ya es toda una estrella del reguetón mundial. Gracias a su sensibilidad, el “Pez Koi” ha evolucionado y ahora es todo un dragón. La música sigue siendo su lenguaje de libertad, aunque la fama que ha adquirido no termina de satisfacerlo.
Erik ha estado por todo el planeta llevando sus canciones honestas a los oídos de miles de jóvenes que se identifican con esa necesidad de escapar de una realidad violenta y abrumante.
El cantante ahora pertenece al circuito mundial de reguetoneros, panorama que lo obliga a estar en constante exposición personal y, además, a cargar sobre sus hombros la responsabilidad de superarse con cada canción nueva.
Erik resiste como puede, sobre todo por amor a
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