Pese a lo estrafalario de su conjunto, es justo reconocer que la camiseta con estampado monstruoso de la cantante no podría ser más adecuada ya que su ego estilístico supera en tamaño al del monstruo japonés Godzilla. Solo así se explica que la artista insista en combinaciones tan imposibles como la que eligió para visitar a su hermana en Londres, en la que mezclaba un gorro invernal rosa, con unas gafas de sol al estilo Audrey y una miscelánea de joyería dorada.
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