Desde entonces había mostrado "limitados signos de consciencia" pero esas señales nunca dieron paso a nada más que no fuera la expectación y el deseo de ver al príncipe recuperado del grave daño cerebral que le causó el haber estado 25 minutos sepultado bajo la nieve tras una avalancha mientras esquiaba en la localidad austriaca de Lech.
Friso tenía 44 años y estaba siendo atendido en Holanda, tras haber permanecido ingresado en un hospital de Londres hasta el mes pasado, momento en el que su estado comenzó a sufrir complicaciones.
El rey Guillermo Alejandro y la reina Máxima han puesto rumbo a casa desde su lugar de vacaciones en Grecia.
Por: Bang Showbiz