Aunque a sus 44 años el cantante Liam Gallagher sigue siendo uno de los artistas más transgresores, conflictivos y polémicos de la escena musical, de lo que se desprende una actitud que no difiere demasiado de la que exhibía hace 20 años en la cumbre de su popularidad, lo cierto es que el roquero también ha venido desarrollando en los últimos tiempos un sentido de la autocrítica que, ahora, por ejemplo, le ha llevado a admitir abiertamente que sus tradicionales problemas con el alcohol y los estupefacientes explican en buena parte su caótica vida sentimental y familiar.
"He cometido errores garrafales en mi vida personal, he tenido un par de matrimonios fallidos y he hecho mucho daño a mis hijos. Así que mi consejo para los jóvenes es que no tomen demasiadas drogas y que no beban mucho alcohol, deberían parar cuanto antes porque esas cosas te suelen meter en problemas. Por otro lado, en general estoy bastante satisfecho con la forma en que me han ido las cosas y hacia dónde voy en la actualidad. Creo que soy una buena persona y he tenido una buena vida. El rock and roll me ha sentado bastante bien", reflexiona en conversación con el diario Daily Star.
En 1997 el músico se casó con Patsy Kensit, madre de su hijo Lennon, aunque ese mismo año también debutó en la paternidad con otra mujer, la cantante Lisa Moorish, con quien mantuvo una aventura extramatrimonial apenas dos meses después de pasar por el altar fruto de la cual nació Molly, ahora una joven de 20 años con quien él no mantiene ningún tipo de contacto. En 2001, un año después de su primer divorcio, Liam repitió experiencia en la paternidad por tercera vez junto a su entonces pareja y quien más tarde se convertiría en su segunda mujer, Nicole Appleton, con quien tuvo a Gene, pero su matrimonio se rompió en 2013 tras salir a la luz que el cantante tenía una hija secreta de dos años a quien no conocía, Gemma, con una periodista neoyorquina llamada Liza Ghorbani.
Sin embargo, tras renunciar a las drogas y en gran medida a la bebida, Liam parece haber encontrado por fin la tan ansiada estabilidad desde hace tres años con Debbie Gwyther.
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