Que el director Guillermo del Toro está obsesionado con lo paranormal no es ningún secreto, pero el origen de esta fijación sí que lo era hasta ahora. Pues bien, el propio mexicano ha revelado que todo comenzó cuando con apenas 12 años sintió "la presencia" de su tío, que había muerto años antes, en una habitación que había pertenecido al difunto.
"Me dio mucho susto y salí corriendo lejos", confiesa el cineasta en el próximo número de la revista Variety.
Sin embargo, Guillermo se recuperó muy rápido de su roce con el mundo de los espíritus y ahora intenta volver a repetir ese primer encuentro en cada uno de sus viajes.
"Cada vez que va a un hotel pregunta por el cuarto embrujado", explica al mismo medio Jessica Chastain, una de las protagonistas de la última película del director, 'Crimson Peak'.
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Lo más curioso es que Guillermo, que se ha convertido en uno de los grandes maestros del cine de terror gótico, no cree que los fantasmas sean lo más aterrador de sus películas, ya que desde su punto de vista las propias personas suelen dar más miedo que cualquier monstruo.
"Siempre enseño el monstruo en mis cintas, quiero que las cosas se vean claramente. Quiero enseñar al fauno o al fantasma, como hice en mi película 'El espinazo del diablo'. Porque, en mi opinión, lo que más miedo da en mis historias son las personas", explicaba al portal IGN.
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