Carlos Bacca, el jugador de Puerto Colombia, Atlántico, quien está en el Villarreal y fue parte del proceso Pékerman en la Selección Colombia, creció en una familia humilde encabezada por su mamá, la señora Eloísa Ahumada, una mujer guerrera que sufrió y lloró junto a Carlos en los momentos difíciles, pero fuerte cuando tuvo que apoyarlo en el fútbol.
A pesar de tantas dificultades, la señora Eloísa jamás abandonó el sueño de su hijo, lo apoyó, creció y surgió. Jugó en el Junior de Barranquilla y saltó al fútbol europeo, jugó en Bélgica, España y ahora está en Italia. Sus esfuerzos han sido recompensados.