Además de haberse consagrado como una de las intérpretes más respetadas y versátiles de la industria del cine -como demuestra su reciente nominación a los Globos de Oro por la aplaudida 'I, Tonya'-, la actriz Margot Robbie también puede presumir de la vida matrimonial tan satisfactoria y placentera que comparte con su marido Tom Ackerley desde hace poco más de un año, una convivencia de la que asegura que está exenta de "peleas" y discusiones subidas de tono.
"La verdad es que no nos peleamos. Sé que puede sonar algo extraño porque todas las parejas discuten, pero nosotros somos gente que evita el conflicto en la medida de lo posible. Nunca hemos necesitado gritarnos el uno al otro para demostrar que estamos enamorados. Tenemos una vida apacible y nos llevamos muy bien", ha explicado la australiana al portal Whimn.
Sin embargo, el carácter idílico de la relación que une a los dos enamorados no significa que la intérprete esté del todo a gusto con su recién estrenada vida en Los Ángeles, ya que la nostalgia que siente por su Queensland natal le impide "echar raíces" en la ciudad californiana donde cultiva su exitosa carrera profesional.
"Ahora mismo residimos en Los Ángeles, y la verdad es que me está resultado complicado echar raíces aquí. Espero que estar casada me ayude a sobrellevarlo, pero lo cierto es que nunca había pasado tanto tiempo fuera de casa y me está matando un poco. Hay muchas cosas y mucha gente a la que echo de menos y estoy deseando volver", ha apuntado en la misma conversación.
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Aunque debe de estar ya acostumbrada a pasar largas temporadas alejada de los suyos, teniendo en cuenta que hasta hace relativamente poco la pareja vivía en Londres y que, desde su salto al estrellato en 2014 con 'El lobo de Wall Street', han sido escasas las ocasiones en que ha podido viajar a Australia, la intérprete ha recordado en la misma entrevista que la última vez que estuvo en su país fue precisamente para celebrar su boda secreta con Tom a mediados del año 2016.
Por: Bang Showbiz
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