Camilo Cifuentes dejó parqueado su carro y al salir nuevamente, ¡oh, sorpresa! se encontró con que una de las llantas había sido robada.
El rin de su auto lo sostenían unos tacos de madera y por eso le tocó 'bajarse' de unos cuentos pesotes.
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Camilo Cifuentes dejó parqueado su carro y al salir nuevamente, ¡oh, sorpresa! se encontró con que una de las llantas había sido robada.
El rin de su auto lo sostenían unos tacos de madera y por eso le tocó 'bajarse' de unos cuentos pesotes.
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