Aunque suelen ser las actrices quien más atención acaparan con sus cambios físicos, lo cierto es que la historia del cine está plagada también de actores que han transformado radicalmente sus cuerpos para encarnar a un personaje en la ficción. Es el caso de Matthew McConaughey y Jared Leto en 'Dallars Buyers Club', que les valió a ambos un premio Óscar en 2014, o, más recientemente, de Robert Pattinson para su próximo filme 'Good Time'.
Con el objetivo de perder peso y transformarse en el desgarbado ladrón Connie Nikas, el británico decidió alimentarse solo a base de atún enlatado, con la excepción de un poco de salsa picante para acompañar y las imprescindibles cápsulas de café exprés. Hace unas semanas ya bromeaba con la posibilidad de que hubiera llegado a intoxicarse con mercurio por culpa de este cambio en su dieta, pero lo importante es que consiguió la imagen desaliñada y casi enfermiza que requería el papel.
"Solo comí ese atún que viene en latas pequeñitas. Tengo este hábito poco saludable de comer solo atún cuando quiero adelgazar. Aunque al mismo tiempo pensé: 'Es más o menos saludable, así que voy a comer atún'", ha revelado de nuevo en una entrevista concedida al portal especializado Vulture, para justificar su aspecto grasiento y sucio en la cinta.
El compromiso de Pattinson con su trabajo es tal que el sótano en el que vivió durante meses mientras preparaba su papel se convirtió en la peor pesadilla de sus vecinos. En todo ese tiempo, no cambió ni una sola vez las sábanas de su cama, dormía con la ropa de calle que había llevado ese mismo día y dejaba siempre las cortinas cerradas. Todo ello, sumado al intenso olor del atún, hizo que nadie, aparte de él, se atreviera a poner un pie en ese apartamento de Harlem (Nueva York).
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"No dejaba que nadie me viniera a visitar. Ni siquiera sacaba la basura, así que todo el apartamento apestaba a pescado podrido. Había porquería por todos sitios", ha asegurado también en la misma conversación, en la que comenta con cierto orgullo que antes de empezar a rodar visitó una cárcel de Manhattan donde le llegaron a confundir con un preso precisamente por ese aspecto desmejorado que lució durante el tiempo que vivió como si fuera el personaje.
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