Juliana tiene unos 19 años, es una joven caprichosa y consentida por su padre el doctor Alfonso Montealegre. A los pocos días de haber nacido su madre falleció, pero ha sido criada a la sombra de ella, gracias a que su padre siempre mantuvo vivo ese recuerdo. Fue criada por Connie, la segunda esposa de su padre, que a pesar de su esmero, amor y dedicación, Juliana no la siente como su madre.
Desde el primer día de clases hay un alumno que se fija en ella, Víctor Manjarrez. No es especialmente guapo, no tiene mundo pero es el más simpático de toda la facultad y sobretodo tiene mucho mérito. Al principio Juliana no lo determina, pero poco a poco empezará a divertirla, siempre manteniendo una distancia y considerándolo todo un chiste. Él llevará ese amor platónico varios meses hasta lograr que juliana acepta seguirle el juego y verse muy atraída por él.
Juliana será la mejor amiga de curso de Belky, dos polos opuestos en todo sentido. Ella sufrirá la angustia de saberse comparada por su papá, quien muchas veces tomará partido a favor de Belky, quien su misión será lograr que Alfonso entienda que su hija debe forjar su propia historia. En esa tarea Belky será fundamental y se convertirán una a la otra en el complemento perfecto para avanzar en la vida.