Boavita es un pueblo campesino, conservador y católico, incrustado en los Andes y detenido en el tiempo: entre las faldas de sus montañas vive la Señorita María Luisa. Tiene 45 años y nació siendo niño.
Lo que parecía ser otra vida más sumisa en los conflictos de género e identidad, esconde una amarga e inimaginable historia familiar, adobada con odio desde sus más profundas raíces.