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Tras varios meses encerrada en el asilo, debido al confinamiento por causa de la pandemia, una mujer en Estados Unidos decidió celebrar el final de este de una manera muy particular.
Se trata de Dorothy Pollack, una mujer de 103 años, quien se sentía bastante triste al no poder estar cerca de sus familiares debido al peligro del coronavirus.
Según dijo su nieta Teresa Zavitz-Jones, para una entrevista con CNN, la mujer empezó a deprimirse y a decaer precisamente por extrañar a su familia, por lo que una enfermera le pidió que la sacara pronto del asilo.
Fue por ello que cuando le permitieron salir de allá, lo primero que hizo fue tachar de su lista una de las cosas que siempre quiso hacer, tatuarse.
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A sus 103 años, Dorothy quiso que su primer tatuaje fuese el de una rana y, además, aseguró para CNN que esto fue bastante emocionante.
La encargada de dar a conocer esta historia fue precisamente su nieta, quien compartió las fotografías en una publicación en su perfil de Facebook.
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