Foto: Captura de Pantalla
A sus 18 años, la hija pequeña de Estefanía de Mónaco, Camille Gottlieb, acaba de demostrar que ha heredado el espíritu rebelde de su madre, echando mano de sus redes sociales, donde mantiene una activa presencia, para enviar un mensaje directo a sus detractores, en el que deja muy claro que no está dispuesta a permitir que se la etiquete de ‘niña de mamá’.
"Me he encontrado con algunos comentarios muy crueles en foros, blogs y otros sitios. Los insultos, comentarios y reflexiones son ridículos. Yo no soy 'la hija de Estefanía Grimaldi', yo soy la hija de mi madre, como cualquier otra persona. Dicen que mi cara ha sido deformada por un accidente, o cualquier otra tontería; que me he hecho la cirugía estética, que soy falsa, o quién sabe qué. Tengo 18 años, y gracias a Dios ya no tengo el mismo aspecto que cuando era pequeña, lo mismo que le sucede a todo el mundo. Se tiende a pensar que, cuando provienes de una familia real, la vida te ahorra todas las dificultades e incertidumbres. Pero al final del día, si me apetece publicar cualquier foto en Instagram, ¡voy a hacerlo!".
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Afirma fogosamente la joven en un largo mensaje publicado en su cuenta de Instagram, que no está verificada, pero tiene 14.000 seguidores.
Así ha respondido la princesa monaguesca a quienes no vieron con buenos ojos su decisión de presumir en su perfil de la red social de la fiesta que le organizaron el pasado 15 de junio con motivo de su cumpleaños, que festejó por todo lo alto con una celebración en el exclusivo restaurante La Vigie, en la Costa Azul.
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Pero esa no es la única razón por la que Camille, fruto de la relación de Estefanía con Jean Raymond Gottlieb, uno de sus guardaespaldas, se ha visto arrastrada al centro de la polémica. Las imágenes de su día a día, que como cualquier otra adolescente, comparte en Instagram tampoco han sido bien recibidas en el Principado, ya que hacen gala de un lujoso estilo de vida repleto de noches de fiesta, selfies y viajes.
"En lo que respecta a mi hermana, solo puedo decir que tenemos 18 y 22 años respectivamente, y que hacemos lo que queremos. ¡Somos jóvenes! No publicamos fotos en Instagram para que les gusten. ¿Esperan que me crea que a los 18 y 22 años ustedes no salían a divertirse con sus amigos? ¿No se tomaban fotos bañándose en una piscina? ¿Nunca se fumaron un cigarrillo en toda su vida?".
Se lamenta Camille, que concluye su alegato defendiendo a su familia y asegurando que los rumores ‘ridículos’ sobre su vida privada no tienen ninguna base.
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"Me da lo mismo ser la más guapa o la más fea de mi familia y, sobre todo, me da lo mismo su opinión. Lo único que sé, en todo caso, es que las personas que se pasan día y noche criticándome a mí, a mi hermana y a mi madre, y a nuestros respectivos padres, son ridículas, porque no tienen ni idea. ¿De verdad que no tienen otra cosa que hacer? Lo más triste es que son personas adultas, que pierden su tiempo haciendo eso".
Por: Bang Showbiz
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