Según el diario L’ Unione Sarda, este curioso hecho fue descubierto por miembros del personal de seguridad del Aeropuerto de Cagliari Elmas, en Italia. En medio de los controles habituales, las autoridades notaron un objeto extraño y pesado en las pertenencias de un ciudadano francés.
Luego de realizar una inspección, encontraron seis botellas llenas de arena cuyo peso era equivalente a dos kilos. El implicado aseguró que había transportado este polvillo con el fin de conservarlo como un recuerdo de sus vacaciones.
Las autoridades se sorprendieron al ver que cada recipiente estaba marcado con el nombre de la playa italiana a la que le pertenecía la arena. Ante la alarmante situación, el turista fue sancionado con una multa de 1.000 euros por violar la ley.
Aunque parezca una indefensa y extraña anécdota se trata de una grave infracción, de acuerdo con una ley expedida en Italia en el año 2017, está prohibido sacar arena de las playas. El Cuerpo de Silvicultura de este país explicó al diario L’ Unione Sarda que estas acciones representan un daño ambiental y ponen en riesgo el sostenimiento de las playas.
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