La presentadora y humorista Chelsea Handler ya ha demostrado en innumerables ocasiones una sinceridad arrolladora a la hora de hablar sobre su sexualidad o defender los derechos de las mujeres, por eso, tras conocer este lunes la noticia de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos había rechazado la ley del estado de Texas para limitar el acceso a interrupciones voluntarias del embarazo y a las clínicas que los practican, Chelsea quiso hacer pública su propia experiencia con los centros de Planificación Familiar para dar a conocer la importancia de que este proceso médico sea accesible a todo el mundo.
En una carta publicada en la revista Playboy, la estadounidense relata cómo tuvo que someterse a dos abortos a los 16 años tras mantener relaciones sexuales sin protección con su entonces novio, además de aclarar que el apoyo de sus padres y la accesibilidad a la intervención como tal resultaron claves a la hora de poder tomar una decisión "sensata" y que no pusiera en riesgo su salud.
"Abortar no fue lo primero que se me pasó por mi inmadura cabeza. Estaba pasando por un momento muy malo de mi vida, odiaba a mis padres y mantenía relaciones sin protección con mi novio, que era alguien con quien no debería haber tenido sexo en un primer lugar, y mucho menos sin protección. La verdad es que tenía todas las papeletas para que sucediera, así que quedé embarazada y pensé: '¿Por qué no? Puedo tener un bebé. A lo mejor son gemelos y puedo ponerles nombres que rimen'. Evidentemente la idea de tener un niño y criarlo yo sola a esa edad, cuando ni siquiera era capaz de encontrar el camino a casa por la noche, era una ridiculez", confiesa la presentadora del programa 'Chelsea Does'.
"Esa fue una de las pocas veces que mis padres actuaron como tal en sus vidas, acompañándome a la clínica de Planificación Familiar. Irónicamente sentí por primera vez que contaba con el apoyo de unos padres mientras estaba abortando. Cuando terminó todo me sentí aliviada", asegura Chelsea.
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Poco tiempo después, la presentadora del programa volvió a quedarse embarazada al seguir sin utilizar medios anticonceptivos en sus relaciones. En esa segunda ocasión conseguir el dinero para el aborto no le resultó tan sencillo, pues tuvo que costeárselo sin ayuda de nadie.
"No aborté una vez, sino dos durante ese mismo año, a causa del mismo tipo. Y la segunda vez no tenía dinero. Tuve que reunir yo sola los 230 dólares para pagar la clínica de Planificación Familiar, pero fue un aborto seguro. Quedar embarazada sin pretenderlo por segunda vez fue una irresponsabilidad, pero aun así lo importante era que tomara una decisión sensata. Todos cometemos errores. Yo la c*gué dos veces con 16 años, pero me siento afortunada por haber podido abortar de forma legal y sin poner en riesgo mi salud o llevando a la bancarrota a mi familia. Ahora tengo 41 años y nunca pienso: 'Dios, ojalá hubiese tenido ese bebé'", reconoce Chelsea.
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Por: Bang Showbiz