El Día Mundial de la Salud Mental llega este año en un panorama singular. La pandemia precipitó cambios en el diario vivir de todos y quienes viven con ansiedad o depresión, o lidian con tristezas permanentes, sufrimientos, estrés y desesperanzas, se han visto obligados en muchos casos a enfrentar sus padecimientos con un aislamiento social mucho mayor que antes. De hecho, según la OMS, el aislamiento, las limitaciones de movilidad y las cuarentenas pueden tener un impacto negativo para la salud mental en el corto, mediano y largo plazo.
Hablemos de salud mental
Las enfermedades de salud mental pueden afectar a cualquiera. De hecho, en 2020, a nivel mundial mil millones de personas vivían con alguna de estas, y se estima que la cifra en niños es 1 de cada 5; además, se calcula que, en Colombia, hasta el 48% de sus habitantes ha tenido al menos un trastorno mental a lo largo de su vida.
Asimismo, la OMS calcula que se presentan 800.000 suicidios anualmente en todo el mundo y en nuestro país la tendencia parece estar creciendo, ya que en el primer trimestre de este año la tasa aumentó 9% en comparación con 2020.
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“En esta fecha conmemorativa, desde GSK queremos insistir en que la salud mental no puede ser un tabú. Por eso es urgente conversar abiertamente sobre a qué nos referimos cuando hablamos de este tipo de condiciones, cuándo saber si se debe buscar ayuda profesional, qué factores de riesgo podrían aumentar las probabilidades de sufrir uno y cómo podemos mejorar la calidad de vida y generar entornos saludables para aquellos que más lo necesitan”, sostuvo Natalia García, Directora Médica de GSK Colombia.
Por este motivo, para este 10 de octubre profundizamos en 3 preguntas claves en torno a estas enfermedades:
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- ¿Qué es un trastorno de salud mental?
Los trastornos de salud mental se refieren a una amplia gama de condiciones que afectan el estado de ánimo, el pensamiento y el comportamiento normal. Algunas de las enfermedades con mayor prevalencia son la depresión, la ansiedad, las conductas adictivas y los trastornos alimentarios; pueden presentarse a cualquier edad y nadie está exento de padecerlas. No obstante, algunas de ellas pueden ser hereditarias y agudizarse por factores ambientales, sociales y relacionales.
- ¿Cuándo se requiere ayuda profesional?
Casi todos los seres humanos experimentan, en algún momento de la vida, afecciones en el ánimo, sufrimiento, desesperanza, estrés, ansiedad leve o tristeza. Sin embargo, las personas con enfermedades de salud mental sienten estos signos de manera permanente y los perciben tan vivamente que afectan su capacidad para continuar con su vida normal. De hecho, en algunos casos se presentan con deterioro de las relaciones interpersonales y laborales, en el rendimiento en el trabajo y sentimientos de incapacidad para afrontar la cotidianidad. En ese momento puede que se haya perdido el control y se debe buscar ayuda profesional de manera inmediata.
El rol del cuidador es fundamental para brindar soporte y acompañar a quien sufre la condición en el proceso de consulta, ya que es probable que el paciente no reconozca por sí mismo que requiere ayuda. En Colombia, se estima que 3 de cada 4 personas que requieren consulta con un especialista experto en salud mental no acceden o acuden a servicios profesionales.
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Una de las principales barreras para el acceso a tratamientos farmacológicos y no farmacológicos son los estigmas que aún pesan sobre la salud mental y que llevan a que miles de personas vivan estas enfermedades en silencio. De hecho, según un estudio de 2019 realizado en Reino Unido, se cree que admitir socialmente un trastorno mental es mucho más difícil que confesar adicción al alcohol, pedir ayuda por dificultades económicas, o hablar de las preferencias sexuales.
“Por ello, cuidadores, pacientes y personal de salud deben prestar mucha atención a las señales de alerta, para guiar a una persona que no encuentra su rumbo hacia un plan de acción médico que le permita mejorar la calidad de vida y que, en un caso extremo, puede incluso salvarle la vida” ,agregó Natalia García.
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- ¿Cómo podemos construir entornos seguros para la salud mental?
La mejor forma para disminuir el impacto de las enfermedades mentales es insistir en que no hay lugar para tabúes, y que debemos enfrentar estos temas como sociedad. Hacer ver estas situaciones normales ayudaría a aumentar la empatía y la solidaridad, y a que muchas más personas se animen a acudir al médico a tratar sus condiciones.
A pesar de que nadie está exento y de que no hay una forma de prevenir con certeza las enfermedades mentales, algunos hábitos pueden mejorar la calidad de vida de todos y disminuir el riesgo. Por ejemplo, tener una dieta balanceada y mantenerse activo con una rutina de ejercicio puede mejorar la concentración, ayudar a dormir mejor e impulsar la confianza y el bienestar personal.
Además, el apoyo de las personas cercanas y el sentimiento de conexión con el mundo es vital para que una persona que está pasando por situaciones de estrés, tristeza o soledad pueda reorientar su vida, y para que quienes acompañen el proceso estén atentos a las señales de advertencia. En términos de salud mental, el simple hecho de hablar puede salvar vidas, dado que ayuda a entender qué está pasando y cómo se puede cambiar la situación.
Proteger la salud mental propia y de quienes nos rodean es responsabilidad de todos, es momento de construir una sociedad #SinEstigmas.