Nicky Jam se encerró tres días en una habitación para superar su adicción a las drogas
Las celebridades no son inmunes a la temida ley de murphy, especialmente cuando se trata de encontrarse con sus admiradores en lugares tan inoportunos como servicios públicos o, en el caso del cantante Nicky Jam , un sex shop.
"Fui a un sex shop para preguntarle al dueño si podía usar el aparcamiento de la parte trasera, ¡de verdad! No me di cuenta de que era un sex shop, simplemente entré y pregunté si podía usarlo. Y dentro había dos chicas que se pusieron a gritar: 'Oh, ¡dios mío!'", recordó el reguetonero en una entrevista a Billboard.
Al intérprete le dio tanto apuro que sus fans pudieran pensar que había acudido al local para comprarse juguetes sexuales, que hizo que la situación fuese aún más incómoda poniéndose a hablar a gritos con el dependiente.
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"Pensé que no se iban a creer que había entrado solo para pedir que me dejaran usar el aparcamiento, pensé: 'Estas chicas van a creer que venía a comprar algo para mí'. No es que sea nada malo, pero sí es incómodo. Así que me puse a preguntarle al tipo a gritos: 'Oye, ¿puedo usar el aparcamiento de la parte trasera?'. Después me pidieron que me sacara una foto con ellas, y entonces empezó a llegar más gente... Fue muy incómodo".
Por: Bang Showbiz
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