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A lo largo de más de dos décadas, Gwen Stefani ha conseguido casi lo imposible: mantener su estatus como una de las estrellas más respetadas de la industria discográfica mientras acumulaba triunfos tanto en solitario como con la banda No Doubt. Aparte de su carrera musical, la cantante también ha conocido el éxito en sus aventuras empresariales como diseñadora y como coach del concurso musical 'The Voice'.
Sin embargo, este respetable currículum no le sirve de nada a la hora de impresionar a sus tres hijos -Kingston (11), Zuma (9) y Apollo (3)- fruto de su fallido matrimonio con el roquero Gavin Rossdale.
"Cuando eres madre, la cuestión es que no les interesa saber a qué te dedicas. Todo gira en torno a ellos, y ese es tu trabajo. Estuve a punto de traerles conmigo hoy, porque están en su última semana antes de que empiece el colegio. Pero no les habría gustado nada estar aquí. No quieren formar parte de nada de esto. Lo único que quieren es ser niños y que yo sea su mamá", ha explicado la artista a los medios en la presentación de su nueva colección de gafas de sol.
El único trabajo de la atractiva rubia que ha conseguido emocionar a sus retoños ha sido curiosamente en el cine, con su pequeña participación en la película de animación 'Trolls'.
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"Por alguna razón, lo de 'Trolls' sí que fue algo importante para ellos. Aún siguen hablando del tema. No paran de preguntarme: 'Mamá, cuando grabasteis 'Trolls', tuviste que...'. ¡Y eso que apenas salgo en ella! Tengo una línea de diálogo, no más. Pero les pareció muy emocionante, al contrario que un evento de estas características", ha reconocido.
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