Las personas enfermas son seres extremadamente especiales que requieren del cuidado y atención constante de sus padres y aunque se tengan los recursos necesarios para comprar el mundo entero, es una condición que no cambia en el transcurso de la vida pero si se puede sobrellevar con amor y tratamientos rigurosos. Durante una entrevista en 2009, John Travolta describió el estado en el que vivía su hijo Jett y conmovió al mundo con sus declaraciones.
“«Él era autista y cada día podía llegar a convulsionar entre cinco y diez veces. Estos ataques duraban entre 45 segundos y un minuto, y luego se quedaba dormido». Sin embargo, esa fue la primera vez que el actor habló públicamente sobre la salud de su pequeño porque antes prefería mantener reservado sus estados, al igual que los Beckham quienes solo se limitaron a pedirle a los paparazzis que no fotografiaran al heredero con flash porque podrían ocasionarle una crisis epiléptica.
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