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Paris Jackson ha documentado a través de la sección Stories de su perfil de Instagram el proceso para realizar su último tatuaje, una serie de chacras situados a lo largo de su esternón en distintos colores. A la hora de mostrar los siete grabados a todos sus seguidores de la esfera virtual, la hija del fallecido rey del pop no ha dudado en posar sin camiseta ni ropa interior frente a la cámara, aunque cubriendo estratégicamente su pecho con dos emoticonos de flores para evitar la censura de la red social.
Paris ha confiado de nuevo en el estudio Sweetpea de Los Ángeles para realizar esta obra de arte corporal, tal y como especificó junto a una serie de imágenes en las que aparecía de nuevo en top-less y tumbada sobre la mesa del tatuador.
Esta no es la primera vez que la joven de 19 años posa desnuda en las redes sociales o que adorna con tinta su piel. De hecho, tiene más de 20 tatuajes repartidos por el cuerpo, incluido el título de uno de los álbumes más reconocibles de su padre, 'Bad', escrito en la tipografía que aparece en la carátula de tan icónico disco.
Aunque en muchas ocasiones ha sido criticada por haber sometido su cuerpo a varias transformaciones y lucir una imagen en ocasiones demasiado adulta, Paris siempre ha defendido que los grabados en tinta le han ayudado a superar sus problemas pasados -intentó quitarse la vida siendo tan solo una adolescente y estuvo en rehabilitación- al tapar las cicatrices que le recordaban esa etapa.
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"El arte de los tatuajes siempre será controvertido. A algunas personas les gusta, otras lo odian. Yo aprecio el arte, siempre lo he hecho. Sobre todo cuando significa algo para mí. Hoy puedo mirarme los antebrazos y ver piezas de arte que tienen un gran significado para mí, ya no veo el pasado oscuro. Mis cicatrices y el odio que sentía hacia mí misma han sido cubiertos por marcas llenas de amor, creatividad, ingenuidad... y profundidad. Es cierto que mi pasado siempre estará conmigo, pero veo la tinta como una manera de mejorar, de recordarme que siempre puedo superarme. Representa mi fuerza. Cuando recuerdo a mi yo pasado y después me miro al espejo, veo a una guerrera devolviéndome la mirada", aseguraba para justificar sus múltiples tatuajes
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