Luego de varios días de guardarse todo lo que siente, Leo cree que es el momento para confesarle a Mapi todo lo que siente, lo mucho que la extraña cada vez que se va a trabajar y todo lo que espera su llegada para recoger a la bebé.
Mapi no puede creerlo, pero el sentimiento es mutuo y se abalanza sobre él para besarlo cariñosamente. Sin embargo, Kaleth sigue presente en sus vidas y no saben cómo asimilarlo.