Resulta demasiada coincidencia que el gato de Taylor Swift sea exactamente del mismo color que su jersey. Así que lo único que faltaría ahora sería que el minino tuviera los ojos verdes en el mismo tono que el bolso de la cantante para que comencemos a pensar que Taylor tiene un trastorno de combinación estilística.
Actualizado: febrero 05, 2016 06:48 p. m.