A diferencia de su personaje Carrie Bradshaw en la serie 'Sexo en Nueva York', la actriz Sarah Jessica Parker no se deja arrastrar por la tentación de llevarse a casa todo lo que le ponen por delante cuando va de compras, sino que intenta usar la cabeza a la hora de hacerse con una nueva pieza para su armario razonando si realmente la necesita.
"La verdad es que no soy una compradora compulsiva. Ahora tengo más zapatos, obviamente, porque tengo mi propia colección, pero aún así soy muy precavida a la hora de ir de compras. Me pregunto: ¿Qué necesito? ¿Qué podría pedir prestado a las marcas? ¿Qué me resulta imprescindible?", revela la actriz durante una entrevista en directo a través de la plataforma Style Code de Amazon.
A pesar de que seguramente podría hacerlo, Sarah Jessica nunca se ha aprovechado de su fama para hacerse con las prendas o accesorios más deseados del momento sin pagar, ya que considera que sería traicionar la confianza de los diseñadores que le ceden sus creaciones.
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"Nunca, nunca, nunca me he quedado con nada que no fuese mío. En el caso de 'Sexo en Nueva York', si las prendas que utilizábamos como vestuario eran nuestras, entonces me las podía quedar, y así quedaba reflejado en el registro. Pero si nos las había prestado algún diseñador o pertenecían a otra persona, siempre, siempre las devolvía. Incluso cuando me prestan algo para un evento importante, siempre lo devuelvo después, porque siento que tengo que ser honrada. El sistema debería ser el mismo que en una biblioteca: tienes que devolver el bolso que te presten. Te gusta llevarlo como accesorio y es tuyo durante la noche, pero luego lo devuelves para que otra persona tenga la oportunidad de disfrutarlo", asegura.
Por: Bang Showbiz
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