Han pasado ya varios meses desde que el pastor Carl Lentz, quien dirige el centro angelino donde se reúnen a diario los feligreses de la llamada 'Iglesia Hillsong' -una especie de culto pentecostal muy popular entre las celebridades de la ciudad- llegó a la vida del cantante Justin Bieber para servirle de guía espiritual y, sobre todo, para ayudarle a redimirse de su pasado de escándalos y excesos gracias a los preceptos de la doctrina moral cristiana.
Desde entonces, las noticias que ha venido protagonizando el ídolo juvenil han estado ligadas de una u otra manera a su vinculación con esta forma tan particular de vivir la fe, muchas de ellas positivas, como la posibilidad de que haya rehecho su vida sentimental con la joven Paola Paulin tras recibir el beneplácito del citado Carl, y otras algo más decepcionantes, ya que al mismo religioso se le atribuye la decisión que tomó el canadiense de cancelar el resto de su gira mundial 'Purpose' para supuestamente "dedicar todo su tiempo a Cristo".
Ahora, Carl Lentz no ha dudado en salir a la palestra para aclarar ante la opinión pública algunos de los rumores que ha venido generando su estrecha relación con el astro del pop y, sobre todo, para negar rotundamente que la influencia que ejerce sobre el intérprete sea tan decisiva como para alterar incluso el curso de su carrera musical.
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"¿Por qué se me ocurriría entrometerme en una decisión tan importante como la de cancelar su gira? ¿Por qué querría tener a todo su ejército de 'beliebers' enfadados conmigo?", ha asegurado visiblemente molesto en una entrevista al programa de radio 'The Breakfast Club', antes de insistir en que el papel que juega en la vida de sus feligreses es meramente consultivo y se circunscribe únicamente al ámbito de su mundo interior.
"Él hace sus propias elecciones de vida, no me corresponde a mí decirle a este chico, a este hombre, que es un hombre de Dios, lo que tiene que hacer. Él va a tomar las decisiones que crea convenientes y hará lo que tenga que hacer. Yo siempre estaré a su lado y le diré: 'Pase lo que pase estaré contigo'. Si me pide consejo, yo se lo daré, pero no decido por él", aseveró durante la conversación.
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Cierto es que en el largo y emotivo texto que dirigió a todos sus seguidores para justificar la abrupta suspensión de su periplo mundial, al que le quedaban decenas de conciertos pendientes antes de que finalizara oficialmente, Justin hacía referencias constantes a su necesidad de crecer personal y espiritualmente, de corregir sus errores del pasado y de mantener una relación mucho más fructífera y respetuosa tanto con los demás como consigo mismo: de lo que se desprende un profundo cambio de mentalidad que, probablemente, se haya visto afectado por su reconversión en "hombre de Dios".
"Aprender y madurar no siempre ha sido fácil, pero saber que no estoy solo en este mundo me ha ayudado a seguir adelante. He dejado que mis inseguridades me impidieran a veces sacar lo mejor de mí mismo, que mis amistades ya rotas dictaran la forma en que me comportaba con algunas personas y mi trato hacia ellas. He permitido que la amargura, los celos y el miedo dirigieran mi vida. Ahora necesito tomarme tiempo para aprender de mis fallos y para hacer que mi vida y mi carrera sean sostenibles, así como mi mente, mi corazón y mi alma", escribía en tono grave y reflexivo.
Por: Bang Showbiz