La exuberante Pamela Anderson conserva intacto el encanto y el atractivo físico que la convirtieron en el gran mito sexual de los años 90, pero parece que la artista intentó ocultar deliberadamente esas dos cualidades al escoger un horroroso vestido azul que, además de asemejarse a los manteles presentes en cualquier cocina, no le ayudó precisamente a realzar su envidiable silueta durante una jornada de compras en Malibú.
Actualizado: febrero 05, 2016 07:04 p. m.