La estrella juvenil no ha tenido precisamente el fin de semana más tranquilo de su vida después de haber sufrido un dramático robo en su casa del Valle de San Fernando (California), un incidente que ha dejado como resultado la desaparición de su lujoso Maserati Quattroporte -vehículo valorado en más de 100 000 euros- y de varias piezas de su exclusiva colección de joyería.
Aunque la policía ya ha identificado como sospechosos a un hombre y a una mujer que lograron irrumpir en el garaje y, posteriormente, en varias habitaciones de la amplia vivienda, por el momento las autoridades no han logrado dar con el paradero de los ladrones y por ello los agentes siguen explorando la zona con la inestimable asistencia de algunos vecinos.
Esta no es la primera vez que determinados criminales aprovechan la ausencia de la estrella del pop -quien se encuentra estos días de gira por Europa- para acceder a su propiedad en busca de un gran botín, ya que el pasado mes de noviembre la artista sufría un mediático robo durante el fin de semana de su cumpleaños que la dejó "profundamente consternada", como ella misma expresaba en su cuenta de Twitter.
La pérdida de su flamante automóvil no habrá contribuido precisamente a mejorar el estado de ánimo que define estos días a la polémica cantante, teniendo en cuenta que, poco antes del crimen, Miley dejaba claro ante sus miles de seguidores que no se encontraba en uno de los mejores momentos de su vida.
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"¿Os ha pasado alguna vez que os encontráis a vosotros mismos llorando en la ducha sin razón aparente", reza el críptico mensaje que dejó recientemente en su perfil de la red social.