Tras poner punto final a su matrimonio de casi dos décadas con Antonio Banderas, Melanie Griffith está decidida a pasar página eliminando de su vida, y más en concreto de su piel, todo rastro del actor, hasta el punto de no sentir siquiera el dolor del tratamiento láser al que ha recurrido para eliminar el tatuaje con su nombre.
"El tratamiento para quitarme el tatuaje va bastante bien, despacio, pero bien. No me duele", declaró la intérprete al periódico Daily Mail.
Al mismo tiempo que Melanie se deshace de los últimos rastros de su fallido matrimonio, el intérprete malagueño rehace su vida junto a la inversora holandesa Nicole Kimpel, con quien ya se le pudo ver disfrutando de una velada de baile el pasado mes de agosto en Saint Tropez y más recientemente compartiendo una jornada de senderismo en la costa de Saint-Jean-Cap-Ferrat (Francia).
"Antonio parecía muy relajado en compañía de Nicole. Se les veía completamente embelesados. No paraban de reírse y estaba claro que se lo estaban pasado muy bien", aseguraba un testigo presencial del paseo de la pareja a la revista estadounidense Star.
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Sin embargo, hasta la fecha Antonio ha preferido no pronunciarse públicamente acerca de su exmujer, en un intento por hacer honor al "pacto" de silencio que tanto él como Melanie acordaron para facilitar lo más posible su proceso de separación.
"Tengo un compromiso con Melanie. Hemos acordado que sobre nuestro divorcio no íbamos a hacer ningún comentario. Es nuestro pacto y, por lo tanto, no hay nada que decir", aseguraba recientemente durante una entrevista al portal Vanitatis.
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