La actriz Charlize Theron ha dejado patente en numerosas ocasiones que es una de las intérpretes más camaleónicas de la gran pantalla y, sobre todo, su predilección por aquellos personajes que, o bien se erigen claramente como los crueles antagonistas de la historia en cuestión, o simplemente hacen gala de un comportamiento poco edificante para los espectadores de la cinta.
Tras dar vida a una temperamental prostituta que termina siendo ejecutada por matar a siete hombres en 'Monster' -que le valió en 2003 el que por ahora es el único Óscar de su carrera-, así como a otras villanas de diferente naturaleza en tiempos recientes, como la tiránica reina Ravenna en 'Blancanieves y la leyenda del cazador' (2012) o la beligerante guerrera Imperator Furiosa en 'Mad Max: Furia en la Carretera' (2015), la intérprete protagoniza ahora la nueva película de acción 'Atomic Blonde', en la que da vida a otra mujer de armas tomar, y por ello no duda en reflexionar sobre la curiosidad que le producen aquellos personajes carentes de escrúpulos.
"Mira, la verdad es que siempre me ha fascinado el comportamiento aberrante, de verdad que me interesa mucho conocer por qué hay gente que hace cosas tan horribles. Leo un montón de libros sobre el tema y la idea de que descubrir si ciertas conductas son inherentes a nuestra naturaleza o son adquiridas me atrae sobremanera. Hay una parte de mí que quiere entender el origen de la oscuridad, pero la verdad es que nunca lo consigo. Es una experiencia catártica interpretar a personajes malvados: porque sabes que no va a haber consecuencias reales, pero al mismo tiempo te puedes familiarizar con esa clase de mentalidad", se confiesa en conversación con la revista W.
Aunque sobre la protagonista de 'Atomic Blonde', una agente del servicio secreto británico destacada en Berlín en los meses previos a la caída del muro, la artista sudafricana pinta un retrato de mujer fría y excesivamente racional pero no necesariamente de ser diabólico, al mismo tiempo no duda en compararla con el James Bond de Ian Fleming por la falta de empatía que ambos revelan ante sus próximas víctimas o incluso a sus potenciales amantes.
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"Sí, Lorraine es un poco como Bond. Este no para de beber martinis y Lorraine también se da a esa clase de excesos. Sí, creo que los dos están muy mal de la cabeza y sus vidas están sumidas en el caos", añadió en la entrevista.
Además de ofrecer su particular visión sobre la naturaleza humana y los orígenes del mal, Charlize se anima también a desvelar el secreto que se esconde detrás de su conocida habilidad para ejecutar con maestría complejas secuencias de acción, un talento que atribuye directamente a la "disciplina" y coordinación que se desprenden de su pasado como bailarina de ballet.
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"Pasé buena parte de mi infancia en clases de ballet y esos años me inculcaron un amor tremendo por la disciplina. Me muevo muy bien en esos parámetros de tener que aplicar ciertas instrucciones con la mayor precisión posible. Cuando haces ballet, por ejemplo, tienes que poner toda tu atención en la tarea y no distraerte, y eso me vino muy bien para desarrollar la concentración. Por otro lado, jamás en la vida he tenido que pegarle un puñetazo a alguien, con la excepción de a Teri Hatcher, así que tuve que entrenarme a fondo para las escenas de esta película", explica sobre su preparación física para el filme al tiempo que recordaba la famosa pelea que protagonizaba junto a Hatcher en la cinta '2 días en el valle' (1996).
Por: Bang Showbiz