El fallecimiento del actor Philip Seymour Hoffman ha sido uno de los revés más duros que ha tenido que afrontar la industria cinematográfica este año, un sentimiento de pérdida al que no ha podido escapar el director John Slattery, quien lamenta profundamente que las circunstancias que rodearon la muerte del intérprete -una sobredosis de heroína- hayan deslucido su memoria.
"Su pérdida fue trágica, y echó a perder muchas cosas. Me refiero a la experiencia, no a la película 'God's Pocket' [uno de los últimos trabajos de Hoffman]. Él estaba enamorado de la cinta, pero arrastraba consigo una carga que nunca debió llevar y que era demasiado mala", confesó al suplemento semanal del diario The Telegraph el cineasta, que tuvo la oportunidad de trabajar con la malograda estrella meses antes de su muerte.
A pesar de su trágico fallecimiento, a John Slattery le queda al menos el consuelo de haber podido compartir con Philip Seymour Hoffman el fruto su último trabajo durante la pasada edición del Festival de Cine de Sundance.
"Yo estaba asustado por lo que la gente opinaría tras ver la película, pero Philip y yo nos sentamos y disfrutamos muchísimo del visionado. Hacía 10 años que él no veía una de sus películas en una sala con público, pero le encantó", añadió.
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El director sabe que el éxito de 'God's Pocket' se debe en gran parte a la profesionalidad de la que Philip Seymour Hoffman hacía gala en el set de rodaje, además de a la minuciosidad con la que preparó su papel.
"Él siempre quería saber por qué: por qué Mickey [su personaje] se encontraba en esa situación, qué le asustaba de su relación con Jeannie [Christina Hendricks]. Mickey es un personaje que no habla demasiado, así que Philip quería saberlo todo sobre él para poder comunicar sin verbalizar", sentenció.
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