Las pasadas Navidades la cantante Taylor Swift le pidió a su madre, Andrea Finlay, que se hiciera una revisión médica para comprobar que su estado de salud era bueno, sin embargo, los resultados les mostraron la revelación más dolorosa posible: Andrea tenía cáncer.
"Las Navidades pasadas pedí a mi madre que como regalo acudiera al médico para hacerse una revisión y ver qué tal estaba, así se me quitarían a mí algunas preocupaciones. Ella aceptó y fue al médico. No había nada alarmante y ella se sentía perfectamente bien, pero lo hizo para que mi hermano y yo nos quedáramos tranquilos. Los resultados llegaron, y estoy muy triste por tener que deciros que a mi madre le han diagnosticado cáncer", escribió Taylor en su Tumblr.
La artista ha decidido no dar más detalles del tipo de la enfermedad, aunque al igual que su madre, espera que esto anime a otros jóvenes a sugerir a sus padres que se hagan revisiones médicas si empiezan a notar algo raro.
"Me gustaría mantener los detalles de su enfermedad y tratamiento en privado, pero ella quería que lo supierais. Precisamente porque vuestros padres pueden estar demasiado ocupados haciendo malabares con todo lo que tienen que hacer y no sacan tiempo para ir al médico, y quizás si les recordáis que se tienen que hacer una revisión para ver si tienen esta enfermedad, posiblemente les hagan un diagnóstico a tiempo y la batalla para combatir el cáncer sea más fácil... O simplemente para tener la mente tranquila al saber que están sanos y que no tienen nada de qué preocuparse. Ella quería que supierais por qué no va a poder estar en tantos conciertos como querría de esta gira. Tiene una batalla muy importante que librar".
Publicidad