Antes de la popularización de las redes sociales, la alfombra roja se limitaba a los posados de las estrellas ante los fotógrafos congregados para la ocasión, pero en una era en que las celebridades (al menos algunas) se han convertido en sus mejores paparazzi, el espectáculo comienza mucho antes de que pongan un pie fuera de casa. Y en una noche como la de la gala del Met, Instagram arde con imágenes de sus preparativos.
En las horas previas a que Amal Alamuddin, una de las embajadoras de este año junto a Donatella Versace y Rihanna, hiciera su entrada triunfal del brazo de su marido y enfundada en un pantalón de Richard Quinn con corpiño metálico y sobrefalda de flores, muchas otras asistentes -y algún que otro hombre- comenzaron a documentar el proceso previo. Mascarillas de rostro y labios, parches antiojeras, faciales con láser, masajes esculturales... todo vale para ofrecer el mejor aspecto posible en el evento por excelencia de la alta sociedad neoyorquina.
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Entre todas las invitadas decididas a mostrar a sus seguidores qué hace falta para brillar con luz propia en el 'primer lunes de mayo', como se conoce a la fiesta, la modelo Ashley Graham se lleva sin duda el premio a la más sincera al no haberse separado de su teléfono en ningún momento para grabar, por ejemplo, el autobronceado que le hicieron a medianoche, la dolorosa sesión de depilación láser a la que se sometió para librarse del vello nasal -"no sabía que tenía tanto pelo en la nariz", en sus propias palabras- o el tratamiento con oxígeno por el que optó para sus generosos atributos naturales y con el que consiguió un escote de diez.
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Más veterana en estas lides, la cantante Madonna echó mano de su perfil de Instagram para compartir un vídeo a cámara rápida de su sesión de maquillaje y peluquería que demostraba que ella ya no se pone nerviosa ante este tipo de citas ni mucho menos pierde el apetito, ya que en ningún momento dejó de picotear mientras los estilistas se afanaban a su alrededor. Katy Perry, por su parte, tampoco paró de comer antes de la gran noche -hamburguesas de la cadena de comida rápida In-N-Out y platos de pasta- aunque en su caso se debía a puro estrés.
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Las modelos que nunca faltan a la fiesta organizada por Anna Wintour -como Bella Hadid, Karlie Kloss, Emily Ratajkowski, Kendall Jenner y compañía- también se pasaron la mañana y parte de la tarde de este lunes corriendo de arriba a abajo por la gran manzana para sus citas de manicura y otros retoques de última hora al mismo tiempo que mostraban el antes y el después en la sección de Stories.
Curiosamente, Rihanna , una de las protagonistas indiscutibles de la velada, no se dignó a compartir ni una imagen actual -sí echó la vista atrás para recordar su Guo Pei de 2015- antes de aparecer en las escaleras del museo metropolitano porque al fin y al cabo a ella no le hace falta crear ninguna expectación antes de lanzarse al ruedo.
Por: Bang Showbiz
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