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Aunque la popular pareja adquirió una lujosa finca a las afueras de Los Ángeles poco antes de recibir a su primera hija, North West, ambos se habrían percatado ahora de que la propiedad está demasiado expuesto a las indiscretas cámaras de los paparazzi que vigilan la zona y, por tanto, no habrían dudado en volver a emprender la búsqueda de la casa que mejor se adapte a sus necesidades familiares.
Según publica el portal E! Online, Kim y Kanye han retomado su búsqueda inmobiliaria con el entusiasmo de dos enamorados que acaban de anunciar su compromiso matrimonial, marcando entre sus opciones favoritas un extenso terreno de varias hectáreas en Bel Air completamente aislado de las ruidosas carreteras que comunican el barrio con el resto de Los Ángeles.
Pese a que no se conocen todavía detalles sobre la cantidad que ambos estarían dispuestos a pagar, fuentes cercanas a la pareja aseguran que el precio no es un factor relevante teniendo en cuenta que las dos estrellas venderán cuanto antes el inmueble del que repentinamente se quieren desprender. De hecho, su plan consiste en acelerar el traspaso de una propiedad que apenas han utilizado, la pareja sigue residiendo en la casa familiar de las Kardashian, para poder avalar con esos ingresos la adquisición de su nuevo nidito de amor.
En el caso de que finalmente se hagan con la codiciada propiedad, Kanye y Kim compartirán vecindario con la popular cantante Jessica Simpson y su prometido Eric Johnson, favoreciendo así que las dos parejas se conviertan con el tiempo -y si la convivencia sale bien- en un grupo de amigos inseparables.
Fuente: Bang Showbiz
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