Una desafortunada maniobra llevada a cabo por un asistente de Kim Kardashian ha provocado que el exclusivo Rolls-Royce Phantom de la estrella televisiva tenga que someterse ahora a un largo proceso de reparación, un paso por el taller que se debe a la poca pericia con la que el citado empleado trató de sacar el vehículo del garaje y que resultó en una pequeña colisión contra un buzón cercano.
El aparatoso accidente no ha causado avería alguna en el motor del vehículo ni daños de importancia que afecten a su funcionamiento, pero sí que ha dejado la carrocería algo deslucida con la aparición de varias abolladuras y numerosos rayones en su parte trasera. Aunque el coste de la reparación podría superar los 20 000 dólares (más de 14 600 euros), será la propia Kim quien corra con los gastos tras haberse mostrado benévola y comprensiva con el atribulado chófer.
Este pequeño sobresalto no ha preocupado en exceso a una Kim Kardashian que está exultante desde que se convirtiera en la señora de Kanye West el pasado mes de mayo, principalmente porque en las últimas semanas se encontraba muy ajetreada preparando el primer cumpleaños de su hija North.
La mediana de las hermanas Kardashian organizó una animada fiesta para su pequeña inspirada en el famoso festival de música de Coachella, siendo su hermana Kourtney quien se ofreció para acoger la celebración en su casa de Calabasas (California). Todos los asistentes pudieron disfrutar de todo tipo de atracciones instaladas especialmente para la ocasión: una noria, casetas, un escenario, un castillo para los más pequeños y todo tipo de actividades para que todos se divirtieran en el gran día de la adorable North.
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