Tras su ruptura con el coreógrafo Casper Smart, la cantante Jennifer Lopez ha renunciado a pasar sus primeras Navidades como soltera -en los últimos dos años- en algún exclusivo destino vacacional, prefiriendo refugiarse en la intimidad de su propio hogar en compañía de sus hijos, los gemelos Max y Emme (6), fruto de su fallido matrimonio con Marc Anthony.
"Creo que va a ser una Navidad muy tranquila y discreta para mí y para los niños. De hecho, estoy emocionada por quedarme en casa. Además, trabajo en Nochevieja, así que me pasaré gran parte de las fiestas ensayando. Me encanta", reveló la artista a Extra.
Como cualquier otra madre trabajadora, Jennifer tiene que hacer un esfuerzo doble estos días para compaginar los compromisos promocionales de la nueva temporada del programa 'American Idol' -en el que ejerce de juez- con las compras de los regalos navideños de sus pequeños.
"Mi hijo está obsesionado con los ordenadores y las aplicaciones. No sé de qué va. Y mi hija lo único que me dice es: 'Quiero esmalte de uñas con purpurina, quiero unos leggings nuevos'", explicó la cantante.
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Queda por ver si finalmente Max y Emme pueden disfrutar también estas fiestas de unos días en compañía de su padre, Marc Anthony, y de su flamante mujer, Shannon de Lima, ya que el cantante ha reconocido en ocasiones anteriores que sus circunstancias personales y sobre todo su carrera profesional le impiden dedicarles todo el tiempo que le gustaría.
"Siempre he dicho que el mayor sacrificio que he tenido que realizar por mi carrera es mantenerme alejado de mis hijos. Son conscientes de que no tienen un padre con un trabajo convencional de 9 de la mañana a 5 de la tarde, pero cada vez que puedo hago un esfuerzo para hacer un alto en mis viajes y pasar tiempo con ellos, tenerlos conmigo en vacaciones y en ocasiones de ese tipo", explicaba recientemente Marc al periódico peruano La República.
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