Las noches en vela por culpa de los llantos de su hija Esmeralda Amada, de cuatro meses, han comenzado a pasarle factura a la actriz Eva Mendes, quien durante su intervención en un evento de Hollywood relacionado con la lucha contra el cáncer no pudo evitar emocionarse, hasta el punto de perder el hilo de su discurso. Sin embargo, Eva supo salir del atolladero con mucha clase, recordando a todos los presentes que cuidar de una recién nacida agotaría a cualquiera.
"¡Acabo de tener un bebé! No he dormido nada. Lo siento...", comentó entre risas la intérprete, que acudió a la cita acompañada por su hermano Carlos, quien en la actualidad libra su propia batalla contra el cáncer, en la que cuenta con todo el apoyo de su famosa hermana.
Al parecer, desde que se convirtiera en madre de su primera hija junto a Ryan Gosling, a Eva no le estaría resultando fácil controlar sus emociones, lo cual estaría empezando a afectar negativamente a su relación de pareja.
"Ha estado teniendo bruscos cambios de humor, haciendo que sea casi insoportable para cualquiera estar cerca de ella. En un momento puede estar enviándole vídeos del bebé a Ryan y al minuto siguiente rechaza sus llamadas", aseguraba una fuente a In Touch Weekly.
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La propia Eva reconoció recientemente que su primera experiencia en la maternidad estaba resultando más dura de lo que ella misma esperaba, aunque insistía en que no lo cambiaría "por nada del mundo".
"Por Dios, ¡no! Claro que no [duerme toda la noche]. A ver, estamos empezando a cogerle el truco a eso de dormir, pero estoy agotada y es lo mejor del mundo. Estoy increíblemente cansada. Creía saber lo que era estar agotada, pero no era nada en comparación a esto. Aunque no lo cambiaría por nada del mundo", declaraba a su paso por el programa de Ellen DeGeneres.
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