La modelo y actriz Emily Ratajkowski ha demostrado en infinidad de ocasiones que, al igual que otras muchas celebridades y activistas feministas, no le tiembla el pulso a la hora de aprovechar su notoriedad pública para denunciar aquellas concepciones sexistas y retrógradas que, especialmente en lo relativo al cuerpo de la mujer, siguen imperando en ciertos sectores de la sociedad contemporánea.
De hecho, la artista ha querido dirigir ahora sus críticas a todos aquellos que, en sus propias palabras, siguen "ofendiéndose" cada vez que aparecen un par de pechos en artísticas fotografías o en producciones para el cine y la televisión, acusándoles directamente de "hipersexualizar" el físico femenino como consecuencia de unos esquemas morales que aúnan machismo y conservadurismo a partes iguales.
"Estoy harta de que la gente siga ofendiéndose por unos pechos, es ahí cuando de verdad me doy cuenta de que nuestra cultura está jodi**. En lugar de ver belleza y feminidad, cuando vemos unos pechos pensamos directamente en algo vulgar por nuestra costumbre de hipersexualizarlo todo", reflexiona en conversación con la revista Allure.
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Haciendo alusión al desnudo humano como fuente de inspiración artística y como paradigma de belleza que trasciende lo puramente sexual, Emily ha tratado también de desmontar aquellos mitos -presentes curiosamente en ambos lados del espectro ideológico- que equiparan la manifestación de la sensualidad femenina con una supuesta cosificación y sumisión al varón.
"Para mí, cualquier expresión de la personalidad que sea fruto de la voluntad propia y poderosa me resulta feminista. Si una mujer decide vestirse con un atuendo sexy, eso no significa que no sea feminista. Lo importante es ser responsables de nuestras propias elecciones. Si ese es su deseo y le hace sentirse bien consigo misma, creo que es genial. Bien por ella", manifiesta en la misma conversación.
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Hace solo unas semanas, la polifacética artista se quejaba precisamente de cómo la belleza física llevaba aparejada una serie de estereotipos negativos que, en su caso, le habían privado de muchos trabajos en la industria del cine. De hecho, la actriz expresaba abiertamente su convencimiento de que, para ciertos directores y productores, las mujeres atractivas no encajaban en papeles que desprendieran cierta relevancia intelectual o cultural.
"Hay una cosa que me pasa a mí y es que me dicen: 'Oh, eres demasiado sexy'. Esto se vuelve en mi contra porque la gente no quiere trabajar conmigo debido a que mis pechos son demasiado grandes. Y yo me digo: '¿Pero qué pasa con los pechos?'. Es un atributo femenino hermoso, tengan el tamaño que tengan. ¿A quién le importa? Que sean grandes o que sean pequeños, ¿por qué debería ser un problema?", lamentaba en el último número de la edición australiana de Harper's Bazaar.
Por: Bang Showbiz
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