Según Johanna ella no estaba vendiendo ese tratamiento, eran unas pastillas que ella se estaba tomando y la habían adelgazado mucho, como vieron los resultados tan rápidos en ella algunos actores se animaron y le encargaron el tratamiento.
La actriz asegura que a varios les fue muy bien con los resultados y estaban dichosos, así fue como le encargaron más. Johana hizo la aclaración de que no es que ella los venda, sino que ella se los compraba a alguien y lo que hizo fue servir de intermediaria entre los interesados en el tratamiento.
Fueron dos personas las que reaccionaron negativamente con el tratamiento una maquilladora y una vestuarista, personas que según Johanna no hacían ejercicio y eso fue lo que pasó.