En la gran pantalla y de cara a la galería, Hugh Jackman ha interpretado con maestría el papel de seductor siempre que le ha resultado necesario o beneficioso, pero en su vida privada el atractivo actor de 49 años lleva más de dos décadas casado con la mujer de sus sueños: la también actriz Deborra-Lee Furness.
Los dos se conocieron trabajando en la serie australiana 'Correlli' en 1995 y un año después sellaron su historia de amor pasando por el altar, tras lo cual adoptaron a sus dos retoños. Desde entonces, ambos han formado una pareja increíblemente sólida en una industria en la que el éxito profesional -sobre todo cuando este llega de la noche a la mañana como le sucedió a él con el papel de Lobezno- suele ir asociado al fracaso en el plano sentimental.
Sin embargo, el oscarizado intérprete opina que su caso ha sido una excepción debido a que su trayectoria despegó cuando ya llevaba tiempo casado, y por tanto su esposa y él se conocían y se complementaban perfectamente.
"Uno de los mayores golpes de suerte que he tenido en mi carrera ha sido que comenzara tarde, cuando Deb y yo ya nos habíamos establecido juntos y formábamos un equipo; ya estábamos locamente enamorados antes de que sucediera todo esto. Así que afrontamos los altibajos como lo que son; nuestra prioridad es y siempre será nuestra familia, y siempre estamos ahí el uno para el otro sin importar nada más", asegura con orgullo en una entrevista a People.
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Pese a haber trabajado con algunas de las mujeres más bellas del mundo, a día de hoy Hugh Jackman sigue teniendo solo ojos para su mujer, a quien considera el centro de su mundo.
"Incluso en los Óscar, cuando salgo al escenario, siempre me pongo la mano sobre el corazón y busco a Deb entre el público. Y justo después, no dejo entrar a nadie en mi camerino hasta que la veo a ella. Porque es mi pilar, es mi roca, y la base sobre la que se construye mi familia, y por tanto, también mi vida", afirma.
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Por: Bang Showbiz