Aunque Aislinn Derbez es la persona que ha conseguido robarle el corazón a Mauricio Ochmann desde que coincidieran en el rodaje de la película 'A la mala', en la vida del actor ya existía una mujer muy importante antes de que ella se cruzara en su camino: su hija Lorenza (11), fruto de su fallido matrimonio con la actriz María José del Valle. Pero por suerte para él, Aislinn y Lorenza han conectado "maravillosamente" y mantienen una relación muy cordial, tal y como él mismo ha dejado patente en varias ocasiones compartiendo fotografías de los tres en sus redes sociales.
"¡Aislinn y mi hija se llevan increíble! Son de esas cosas que no puedes fabricar. No le puedo decir a Ais que Lorenza le tiene que caer bien, ni viceversa. Estas cosas deben de fluir solas. La verdad, tienen comunicación y una empatía maravillosa", confiesa el intérprete en una entrevista a la revista Clase.
Por su parte, Mauricio también ha conseguido encajar sin mayor problemas en la familia de su chica y asegura que no le intimida en absoluto tener como suegro al famoso cómico Eugenio Derbez.
"Todo mundo me dice: 'Ay sí, Eugenio Derbez no sé qué'. Pero yo le veo como el papá de mi novia. Él no se mete en nada y todo muy bien", añade.
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El feliz momento que Mauricio está viviendo ahora mismo es posible gracias a la decisión que tomó en 2006, cuando renunció a su papel en la telenovela 'Marina' para ingresar en un centro de rehabilitación y solucionar sus problemas de adicción a las drogas, que él define como la "más importante" de su vida.
"Mi mayor obstáculo fui yo mismo, yo solo me estaba poniendo el pie... Más tarde levanté la mano y pedí ayuda. Me metí en una clínica de rehabilitación a los 28 años. Fue la decisión más importante de mi vida, un viaje para encontrarme y estar en paz conmigo".
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