Luego de pasar la noche con Ángela, Felipe llega a su casa e ignora la sorpresa que Silvia le había dejado sobre la cama: un par de medias y un gorro de bebé. Al día siguiente Felipe se despierta y no toca el tema del embarazo de su esposa.
Sin embargo, Silvia no piensa dejar pasar semejante noticia y le reclama por no decirle nada, pero su reacción es de pelea y se enfurece por no haberle contado su deseo de quedar embarazada antes de que sucediera.