Nelly se entera que en su negocio no han pagado los recibos de los servicios, cosa que se suma a los reclamos de los clientes por el trago adulterado, por lo que las dos hermanas deben ponerse a cargo de la situación y buscar un responsable.
Por supuesto, al ser el administrador, Julián es el directo implicado en este caso y termina escuchando los gritos de reclamo por parte de Nelly. Cansado de la situación, Julián decide renunciar a la administración de ‘La Casa de las Hermanitas Calle’, dejándole el camino libre a Lorenzo.