El mago Gino Táranto quiso que el público del Festival Internacional del Humor fuera testigo de su gran habilidad llamando a una de las asistentes para que se convirtiera en el instrumento de una predicción.
Ella coloreó un dibujo del mago con marcadores que ella elegía a su gusto sin que él viera o supiera qué era lo que ella estaba haciendo. Finalmente, él demostró que ya sabía qué tonos iba a usar para su ropa interior.