Expediente Final abre una nueva página para recordar a Julio Arrastía, una figura emblemática del periodismo deportivo en Colombia. Nacido el 25 de julio de 1918, Arrastía marcó una época con su estilo único, su pasión por el deporte y una voz que aún resuena en la memoria de los colombianos. Su fallecimiento, ocurrido el 30 de mayo de 2003, dejó un profundo vacío en los medios de comunicación y en los corazones de quienes lo admiraban.
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Durante los últimos cinco años de su vida, Julio enfrentó una dura batalla contra el alzhéimer, enfermedad que fue debilitando progresivamente su lucidez, pero no borró el legado que construyó durante décadas en la radio y la televisión.
En los últimos días de mayo de 2003, presentó un fuerte dolor abdominal que preocupó a su familia. Fue trasladado de inmediato a la Clínica Las Américas, en Medellín, donde los médicos descubrieron que sufría una úlcera gástrica. El cuadro clínico se agravó rápidamente y en medio de las evaluaciones médicas, se identificó una hernia hiatal que complicó su estado en cuestión de horas.
Pese a los esfuerzos del equipo médico, Julio Arrastía sufrió un paro cardiorrespiratorio fulminante. Su fallecimiento fue confirmado el 30 de mayo, y la noticia conmocionó al mundo del deporte y la comunicación en el país.
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Sus restos reposan hoy en Campos de Paz, en el sector de Guayabal, en Medellín, Antioquia, lugar donde familiares, amigos y seguidores han rendido homenaje a su memoria.
Julio Arrastía no solo fue un narrador; fue un cronista del alma deportiva de Colombia. Familiares y amigos recuerdan que la despedida que le brindaron los ciclistas en su funeral, pues le hicieron una calle de honor con las bicicletas y lo despidieron con mucha admiración por sus años dorados.
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